domingo, 8 de noviembre de 2015

Entraña Clepsidras

Hoy es un buen día para despertar, me levante con la cara empañada de arcoíris, pero no uno colorido sino más bien un tono mate, distinguido por la hipocresía sarcástica de las caóticas perfecciones de la vida, confabulada con el caos y el desperdicio de lagrimas, mientras otras caras despertaban festejando al calor fugaz de unos sudores  de arranque, la luna nostálgica me acompañaba con sus múltiples ojos, y los cráteres terrestres que intentaban abrazarla se confundían como amantes drogados, la luz ceguera, la oscuridad de paz, una memez paralela a los ojos de la bóveda celeste, donde se incurría la sangre de los miserables, mentirosos y sádicos humanos de la vida atareada, ladrar por ladrar, escupir por tragar, discernimiento  afligido por las horas veraniegas, níveas, blancas, contraproducentes, y barrenas, así que  mantengamos la calma y dejemos que los intervalos infinitos se consuman, hasta que el desperfecto de la vida nos termine consumiendo, así que ¿no es hoy es un buen día para despertar?, Millones de clepsidras nos cuelgan del cuello, ¿cuanta biografía te queda por escribir?  ¿Cuánto tiempo piltrafa tienes? Así que pensándolo bien, hoy si es un buen día para despertar, pero, ¿acaso todos los días no lo son? .

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