"Cómo un nómada que busca refugio de la incesante lluvia, cómo el sediento que en medio del sahára busca una fuente de agua, o así mismo cómo él que fue arrebatada su libertad, la desea con ansias, así es el díario vivir de ese pobre mortal que daría hasta lo más mínimo de su miserable vida por sólo un instante del brillo de sus ojos, del deliciosa aroma de su piel o el almibar de sus labios... Dejaría la vida tan sólo por un breve instante, cómo tocar el cielo, cómo ser un Dios por un abrir y cerrar de ojos, esa mujer mitad humana, mitad Diosa, la cuál tiene potestad sobre la vida del miserable ente que la observa desde la oscuridad de sus delirios y temores, y ella aún sin saberlo es hecha mujer inimaginable a la altura de una monarca, con el poder de destruir o crear... Tan delicada y tan letal a la vez, ya que con sólo una mirada lo puede destruir y volver a construir, que con tan sólo una palabra de su boca, lo hechiza y obliga a cumplir sus deseos, y él sólo vive por su piel."
( Contribución por Cesar Osorio )