martes, 3 de noviembre de 2015

PERIPLO

Con las escamas corroídas por fuego, con las agallas airadas de flores, en brazos de la muerte corriendo a las cadenas de lo oscuro, me callaban los ruidos, el cristal oxidado de paraíso, los esclavos  me coloreaban la cornea de arco iris, hermosas visiones me perturbaban el cerebro, mientras la mente jugaba a distraerme,  los funerarios se acercaban a mi por en medio de la habitación, el frio caluroso me envolvía, el calor helado me confundía, el sueño me despertaba, mientras la sangre apresurada subía a mis labios tornándolos rojos, cubierta de fiebre verde, una angustia dulce me mojaba la lengua, lo psicótico de la luz me hacia extrañar la oscuridad mas hermosa que me envolvía en medio del humo y pañuelos con cabezas de carneros, mientras una batería podrida se escuchaba al fondo,  me levante… las escamas se caían de mis piernas y me enterraban , en las mas calmadas aguas de mis pesadillas, el horror era excitante, flores de amapola se enredaban en mi cabello, llevaba mi nombre al sol mas asombroso, de repente el pasillo termino y no había mas que oscuridad, las paredes trasparentes cuarteadas, las paredes trasparentes que no dejaban ver nada  mas que la infinita oscuridad, el hambre disfrazado de niños, la decadencia disfrazada de niña, y millones de cohetes de marihuana  retumbando por el estrecho  lugar soltando un montón de necesidades que mi mente desconocía, cubriendo mi cuerpo y mi aire envuelto en gritos, gruñidos, y  guturales precisos a la perdición, que me llevaban a un éxodo seguro, los imperios clandestinos de ficción se hacían realidad en mi mentira, mi farsa vestida de blasfemias, hacían condensar encima mío una campana del infierno color corinto,  transformarme en una diosa caída, la batería de fondo se aclaraba, mis pesadillas me subían al podio, un trono putrefacto con hongos y lombrices que me atravesarían el cuero hasta los mas posible, la piel virgen retumbaría en un calvario de rosas, y finalmente trasportadas a los bombos de la batería, mire hacia abajo y el cielo ardía, estoy caída pero desde mi perspectiva sigo en caída libre, mi apocalipsis era el mas hermoso de los génesis, de nuevo la belleza de mi perdición sacudía mis temores, al frente de mi un todo, un todo cercado por un muro que no me dejaba seguir, pero si mirar por entre las grietas, la vida humana había arribado, la hambruna de poder me había dopado, mordí mi lengua hasta beber por sed, mi propia sangre, las arpas me llamaban a lo mas profundo, y a su vez la batería se calmaba, la luna enceguecida me hacia señas por los espacios en que el sol daba su permiso, me decía que la siguiera también, mi alma se desvaneció en estrellas que me desprendió pedazos de piel, lloraba hasta mas no poder, y no entendía lo que pasaba, ardía en fuego helado sagrado, guardaba mis ojos para verlo todo, un masoquismo común me hacia desear mas, la tristeza me llevo a vagar por las corrientes de humo que salían disparadas del lugar, mi espíritu rebelde inexistente o cautivo, corría afanado puesto que la luz lo  ilusionaba con el escape, me negaba a vivir en el ruido caótico del silencio, la avaricia tinturaba las entrañas de mi cuerpo enterrado en el polvo, yo anhelaba vivir…vivir…¿vivir? Aun me preguntaba que significaba aquella cosa, el exorcismo del caos me enseño la paz, la justicia del caos me reprendió de la guerra, la señora de la oscuridad me bautizo, pero no conocía la vida, no había futuro, no había presente, ni un pasado, solo una oscuridad aplaudida por entes desaparecidos, por victimas de la vida, asesinados por la vida, vivos de la muerte…