Pasar de miles de tazas de café al
día, a beber del sorbo percudido de un telar. Cansarse con la sola mirada al
espejo, tener cortadas, moretones, y rasguños que solo se ven a tamiz,
intentando mantener encendido el caldero de tu esencia, quemar tus sudores de
anhelo en mentiras perfectas, sin saber escribir ni contar, entrar al que hacer, Pasar de miles de tazas de café al
día, a beber del sorbo percudido de un telar. Cansarse con la sola mirada al
espejo, tener cortadas, moretones, y rasguños que solo se ven a tamiz,
intentando mantener encendido el caldero de tu esencia, quemar tus sudores de
anhelo en mentiras perfectas, sin saber escribir ni contar, entrar al que hacer,
tierra de nadie, esclavos de todo, sentir alivio al agua fría, y hacerle el
amor al paraíso en forma de almohadón.