Yo no lo había notado, era tan solo como una
sombra ocaso de las tinieblas de la plenitud abstracta de la noche, era tan
oscuro, que básicamente era invisible una capa transparente en el anonimato del
ambiente, esa noche bohemia, que pase recostada con tan solo un ideal,
embriagarme para perderme en las sabanas de un desconocido, de tantos, el se
acerco a mi, estuvo callado, sumiso a su bebida, observándome, aunque yo no lo
supiera, el me abordo de pronto, a pedirme fuego para un cigarro, yo abrí el escote
de mi chaqueta para prestarle el mechero, que cargaba siempre en mi brasier, el
solo me hacia preguntas obvias, preguntas que conocía la respuesta, simplemente
para trazar un camino de conversación, yo sabia lo que se proponía, pero jugaba
a no saber nada, solo quería quitarle ese manto de santo que traía puesto, me
provocaba un misterio infinito, esa mirada cautiva y tierna escondía algo, yo
lo se, lo note cuando me tomo la mano, ahora pienso, y el igual que antes no se
en que momento me sujeto, me atrapaba su aliento, aunque los labios no se
tocaran, estábamos lo suficientemente cerca como para arrancarle los labios en
una huida segura, pero me mantenía al margen de la situación, pasamos
horas sentados en la barra de ese bar, intoxicando nos con miradas y suspiros
silenciosos, el humo había empañado nuestras miradas, se acerco a mi, sus
manos se apoyaron en mis piernas y se acerco a besarme, me retire bruscamente
para que mi cuello, recibiera sus labios, el se percato y lo beso suavemente, se
retiro despacio, pero muy cerca para mirarme directo a los ojos, me miraba con
deseo, -¿que sucede? pregunte tajante, -¿acaso cree normal este
comportamiento en un ser tan deplorable como yo? -no te conozco, respondí - me he embotellado
mucho en guardar mis sensaciones, no salgo, y cuando salgo solo es a este bar,
a contemplarte siempre, y al fin decidí acercarme -¿por que hoy? ¿
por que no antes? -¿acaso cree que yo tenia en mi cabeza encontrarme con una mujer
tan exquisita? fue una
casualidad, fabricada por mis ideales, todo tiene su momento justo, y esta
noche esta dispuesta a observar tu piel y la mía como cadencia infernal, - yo
no te pertenezco, no le pertenezco a nadie, -¿acaso no se da cuenta de
lo muy feliz que me siento dejándola ser libre pero siempre diga lo mucho que
quiere estar conmigo? abrí los
labios despacio para decirle - en ningún momento he dicho que quiero
estar con usted, a lo que el respondió - pero, !no hace falta! su piel salta de
solo tenerme cerca, sus labios están delirando silenciosamente, el iris de sus
ojos de esta evaporando en deseo... miraba a todos lados mientras el me
recitaba tan cerca esas palabras, en ese instante solo quería apasionar su
lengua en mis poros, que destapara la explosión de delirios que me
causaba el calor que emanaba su cuerpo, sus manos debían empuñar mi espalda,
sus dientes cortar mis rasgos, nunca había deseado tanto, desnudarme frente a
alguien, el, el, simplemente el debía ser el que me cobijara con su piel y
genitalidad en esa habitación, gris y húmeda que estaba a unas calles de ahí.