Aires de cambio vienen a mi acompañada de una desenfrenada sensación de
baile, agites de la paja, somos tan simples como yerbas levitando, con destinos predeterminados por la vorágine.
El fuego se silencia con llama,
le tengo fobia a esos labios, le tengo rencor a la primer vez que nos vimos, me
produce un odio inmenso recordarlo, por que se que ahora entre astrales bajos
siempre te tengo, pero solo en mi cabeza, cada momento que te observe esa vez
era como empezar a escribir, con las manos temblando emancipadas al roce, todas
las noches duermo sola en una dependencia absurda de tu imagen, expando ideales
que se pueden completar a futuro, como una bitácora de vida tatuó en demencia
lo que seria perfecto para mi, sabiendo que lo perfecto sos vos con tus
deficiencias de residir cerca mío… pero lo inmejorable de esto es que cada
encuentro próximo coronare dejando mi marca, la marca de este amor que levita
entre los pulmones de los dos, como
oxidantes deseos infinitos.