Con las escamas corroídas por fuego, con las agallas
airadas de flores, en brazos de la muerte corriendo a las cadenas de lo oscuro,
me callaban los ruidos, el cristal oxidado de paraíso, los esclavos me coloreaban la cornea de arco iris, hermosas
visiones me perturbaban el cerebro, mientras la mente jugaba a distraerme, los funerarios se acercaban a mi por en medio
de la habitación, el frio caluroso me envolvía, el calor helado me confundía,
el sueño me despertaba, mientras la sangre apresurada subía a mis labios tornándolos
rojos, cubierta de fiebre verde, una angustia dulce me mojaba la lengua, lo
psicótico de la luz me hacia extrañar la oscuridad mas hermosa que me envolvía
en medio del humo y pañuelos con cabezas de carneros, mientras una batería
podrida se escuchaba al fondo, me
levante… las escamas se caían de mis piernas y me enterraban , en las mas
calmadas aguas de mis pesadillas, el horror era excitante, flores de amapola se
enredaban en mi cabello, llevaba mi nombre al sol mas asombroso, de repente el
pasillo termino y no había mas que oscuridad, las paredes trasparentes cuarteadas,
las paredes trasparentes que no dejaban ver nada mas que la infinita oscuridad, el hambre
disfrazado de niños, la decadencia disfrazada de niña, y millones de cohetes de
marihuana retumbando por el estrecho lugar soltando un montón de necesidades que
mi mente desconocía, cubriendo mi cuerpo y mi aire envuelto en gritos,
gruñidos, y guturales precisos a la
perdición, que me llevaban a un éxodo seguro, los imperios clandestinos de ficción
se hacían realidad en mi mentira, mi farsa vestida de blasfemias, hacían
condensar encima mío una campana del infierno color corinto, transformarme en una diosa caída, la batería de
fondo se aclaraba, mis pesadillas me subían al podio, un trono putrefacto con hongos
y lombrices que me atravesarían el cuero hasta los mas posible, la piel virgen
retumbaría en un calvario de rosas, y finalmente trasportadas a los bombos de
la batería, mire hacia abajo y el cielo ardía, estoy caída pero desde mi perspectiva
sigo en caída libre, mi apocalipsis era el mas hermoso de los génesis, de nuevo
la belleza de mi perdición sacudía mis temores, al frente de mi un todo, un
todo cercado por un muro que no me dejaba seguir, pero si mirar por entre las grietas,
la vida humana había arribado, la hambruna de poder me había dopado, mordí mi
lengua hasta beber por sed, mi propia sangre, las arpas me llamaban a lo mas
profundo, y a su vez la batería se calmaba, la luna enceguecida me hacia señas
por los espacios en que el sol daba su permiso, me decía que la siguiera también,
mi alma se desvaneció en estrellas que me desprendió pedazos de piel, lloraba
hasta mas no poder, y no entendía lo que pasaba, ardía en fuego helado sagrado,
guardaba mis ojos para verlo todo, un masoquismo común me hacia desear mas, la
tristeza me llevo a vagar por las corrientes de humo que salían disparadas del
lugar, mi espíritu rebelde inexistente o cautivo, corría afanado puesto que la
luz lo ilusionaba con el escape, me
negaba a vivir en el ruido caótico del silencio, la avaricia tinturaba las
entrañas de mi cuerpo enterrado en el polvo, yo anhelaba vivir…vivir…¿vivir?
Aun me preguntaba que significaba aquella cosa, el exorcismo del caos me enseño
la paz, la justicia del caos me reprendió de la guerra, la señora de la
oscuridad me bautizo, pero no conocía la vida, no había futuro, no había
presente, ni un pasado, solo una oscuridad aplaudida por entes desaparecidos,
por victimas de la vida, asesinados por la vida, vivos de la muerte…
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