"Mi sufrimiento alimenta las
entrañas de mis demonios, consumiendo de a poco mi existencia" eso pensaba
el de camino al trabajo que llevaba desdichado desde hace 15 años. " la
naturaleza muerta en algo viviente" eso pensaba ella mientras le servía el
te en la mañana a su cónyuge.
sus vidas entrelazadas no eran
mas que pestañinas oscuras ante la mirada sosa del que dirán, ese
día antes de dirigirse a su trabajo miro a su esposa mientras, servía el
te, la miraba con una profunda tristeza desesperación, y con un infinito
sentido de amor , deseaba abrazarla y tomar su cabeza a traerla a
su pecho, la esposa sirvió el te se giro dándole la espalda con ganas de
girarse y besarlo como jamás lo hizo, su corazón encadenado hace mas de 20 años
había ahogado sus sentidos, los colores dispersos de su felicidad eran
igual que una cloaca, y una cloaca podía ser un arco iris.
El tiempo avanzo ese día, la
tarde llego los rayos del sol acariciaban el cuerpo de su casa y al final callo
la noche, el desconsolado salió del trabajo cuando apenas anochecía se
sentó en una banca con un papel en la mano ella en casa se sentó al lado de una
ventana mirando hacia afuera, echando vistazos de su jardín camuflando la
alegría que sentiría al verlo a el.
El tiempo avanzo esa noche, el
seguía sentado en aquella banca con el mismo papel en la mano, el aire tétrico
y polar pasaba por su piel, esa misma brisa recorría todas las calles que
habían de allí a su hogar, esa misma corriente de aire era la que entraba
por la ventana donde reposaba ella, la brisa embarazaba la cortina mientras
ella seguía reposando de forma mas desesperada.
El tiempo avanzo esa madrugada,
el se levanto, ya no sostenía el papel en sus manos lo había llevado a uno de
sus bolsillos, sus primeros pasos fueron casi de un moribundo, daba pasos
torpes y toscos, ella se levanto empapada de decepción y llorando
tristeza pura, se dirigió a la cama... poco después se escucho el carraspeo de
la llave en la cerradura, el entro directo a la habitación, ella simulaba
dormir, se sentía fatal, no tenia carácter ni animo para discutir de
nuevo, solo abrió los ojos cuando escucho gemidos y quejidos de el hombre que
yacía en su cama, ella se acerco temerosa y sin enojo con un instinto
maternal, hacia el hombre a quien le había entregado tantas veces su pasión y
su alma, el se gira, y mirándola directo a los ojos la toma de la espalda y la
acerca a el... " El hecho de no demostrarte mi dolor, no me hace dejar de
sentirlo, el hecho de guardar silencio, no me deja de hacer culpable de mi
arrogancia, el hecho de no decirte lo mal que estoy, no me hace dejar de
morir justo como estoy, mi corazón es débil, mi mente es débil, yo soy
débil"... ella lo interrumpe posando su dedo pulgar sobre sus labios
"El hecho de no dirigirte la palabra me hace estúpida de cierto
modo, el haber desperdiciado tantos años siendo indiferente no me hace
dejar de desearte, ni dejar de amarte" ella...ella decidida se acerca a
sus labios, lo besa, y ese beso ardiente dio pie a que la cama fuera testigo de
su amor y que sostuviese sus cuerpos desnudos como un capullo mientras la piel
quería desagarrarse de pasión, sus bocas no eran mas que instrumentos para la
lujuria, pero en ese momento esa lujuria pasara a ser lo mas hermoso, lo
mas puro, ya que ellos se estaban descargando y rindiendo ante ellos, ante su
misma desnudes noble he inocente, cargada de adrenalina y un viaje psicótico
mas allá de sus capacidades.
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