Yo que la he visto llorar impune
ante tu recuerdo, yo que la he visto partirse en cada caída, yo como su
hermano, como su sombra, como su maldición y ángel, confieso que tu recuerdo la
asesina de a pocos, hoy que te tengo en frente déjame contarte como es ella,
ella que enamora a cualquier aparecido solo con soltar ese cielo que tiene por
sonrisa, que encapsula a muchos con su mirada, esa misma mirada que se apaga y
se destiñe en tinta de lagrimas por un ocaso amor que le dejo cosidos los
pensamientos, deberías temblar de tan solo pensar que lo que has roto otro con
gusto armaría, yo como su hermano, como
su sombra, como su maldición y ángel, prometo no dejar que te regale nuevamente
sus ojos, prometo prohibirle que la apuñales de nuevo, yo como su frasco de
pensamientos conservo todo lo bueno, y me vengo de todo lo malo, por que la amo
como mi hermana, no dejaría que una parte de mi muera por tan vano imbécil, y
si ello pasara yo mismo preferiría sentenciarla a lo peor, pero eso jamás
pasara sabes ¿por que? Simplemente por que esa mujer que te enamoro, te apoyo,
te brindo su amor, lagrimas, y además te
sano en enfermedades, fue la que te beso el cuerpo empapado en fiebre,
inclusive cuando tenias los labios llenos de hambre y la mirada repleta de
nostalgia, ella siempre estuvo brindándote su cuero cansado como el mas fino
techo contra las adversidades, la mujer de la que te hablo es una pena que la
hayas asesinado, vaya si que era una buena mujer, llena de la fantasía, un frio
perpetuo buscando ser revelado y en todo este tiempo para ti ese hielo fue
invisible, ella se martirizaba con la idea de un cambio, ella esperaba como en
viudez el regreso de su amado, un amado que ya no existía, que hace mucho ya no
la amaba, no le daba el cariño, el amor, la atención, la confianza que ella
como buena mujer necesitaba, ella que me mojaba los hombros con cada uno de tus
errores, ella que me decía “el tiene algo, que nadie mas me hace sentir” ya
descubrí que era ese sentimiento… sola y puramente indignación… me parecía estúpido
que te esperara, que te buscara, incluso que jugara a ignorarte, pues ni eso
merecía un verdugo sentenciado como tu, me preguntaras “’¿Por qué te digo todo
esto?” por que gracias a eso, entierro hoy el recuerdo y cuerpo del dolor ajeno
de la doncella en cuestión, no la llores, no le lleves flores, no sufras por su
partida, ella renacerá al soltar esa sonrisa que tiene por cielo, justo cuando
alguien mas la bese, y yo como su
hermano, su sombra y su ángel estaré allí para traer la maldición a cualquier
otra fuente de dolor que se atreva a
lastimarla.
Un trozo. De tu esencia se encuentra en este escrito !!
ResponderEliminarUn trozo. De tu esencia se encuentra en este escrito !!
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