domingo, 20 de diciembre de 2015

Crónicas de Fomoré (2)

Definitivamente  es una escoria de vida la que llevo puesta. Mis anhelos se extinguen como cenizas de cualquier cigarro barato, soy hija del error, me bautizaron en nombre de la decepción, mi  realidad me da repudio, y mis fantasías son basura, me arrastro entre las oportunidades vanas de la necesidad y el compromiso, me baño en una miseria a temperatura ambiente cada mañana, me pavoneo con personas que no son mas que entes corporales, con la materia gris desecha, y las preguntas impertinentes perfumadas en una ignorancia mas grande que mis penas.
Ya me acostumbré a tener la vista nublada, pues las lagrimas se convirtieron en algo  permanente, el dolor en los huesos asciende por tanta injusticia, mi cansancio no lo notan, al contrario me exigen tanto que en cualquier momento me voy a partir pues mi frágiles pies no toleran tanto peso, ya no tengo una respuesta ante todo, la cronología de mis días solo son hormonas de crecimiento para la bestia ladina que se  come el reflejo de la miserable  que se postra frente al espejo.

    

jueves, 10 de diciembre de 2015

Alevosía

Vos con  tu poder autónomo, vos con tus putas rabias, con tus sabias trabas, con tus obstáculos elevados, vos vida, vos muerte. Me borras el rastro de una mujer afrodita, vos que me dejabas poseer  un rastro de rosas de sensualidad y en mi piel una tierra de exquisitez, pero ahora, me miro, y me rio, a lo que lloro, y lloro a lo que rio, pues no esta mas que presente las cenizas que ya se convierten en una maleza tan común, me rodeo de tanta saliva de ignorancia, y esas mismas me lamen, contagiándome y bañándome en ello. La poeta carmesí, ya no exhibe su clavícula como una joya a lucir, sino como las sombras raspantes de su existencia, sus ojos cafés ahora se cubren de miedo, y la rodea una capa roja de sangre que le apaga cada vez la mirada, los cabellos desteñidos, los huesos vestidos con un toldillo de piel, me asusta, me atemoriza,  me avergüenza, me matas puta vida. Un abono tendría un proceso químico mejor elaborado  que esto, un estiércol tendría mejor nombre, pero para que perfumar una ramada de mierda. 

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Laurel ll (Palmira)

A mi lado yacía un hombre dormido mientras la periferia de matorrales me ventilaban el pelo, el dormía plácidamente con su cansancio, ese mismo cansancio que al parecer lo relajaba, en su mano un periódico de prensa amarilla revelando en su portada, otras de las infinitas muertes que se condensaban en mi pueblo, recuerdo los cultivos de soya de la otra vez, de nuevo los acabo de atravesar, las tejas de zinc diamantadas por los rayos del sol, me enceguecen por cierto, pues el vidrio barato del bus no me protege del todo, las cortezas fracturadas de arboles cubrían con sombra a los peatones, voy al mismo sitio y ya conozco el camino, es el mismo sendero pero veo cosas distintas, hoy me destapan los ojos un resplandor blanco de firmamento diurno, un montón de pasos que caminan, un montón de sueños que duermen, en el despertar tardío de una ciudad que crece, angostas calles se distribuyen en sus adversidades en un aroma de inciensos de pobreza y un glamour de humildad pura.

martes, 1 de diciembre de 2015

Crónicas de Fomoré

Pasar de miles de tazas de café al día, a beber del sorbo percudido de un telar. Cansarse con la sola mirada al espejo, tener cortadas, moretones, y rasguños que solo se ven a tamiz, intentando mantener encendido el caldero de tu esencia, quemar tus sudores de anhelo en mentiras perfectas, sin saber escribir ni contar, entrar al que hacer, Pasar de miles de tazas de café al día, a beber del sorbo percudido de un telar. Cansarse con la sola mirada al espejo, tener cortadas, moretones, y rasguños que solo se ven a tamiz, intentando mantener encendido el caldero de tu esencia, quemar tus sudores de anhelo en mentiras perfectas, sin saber escribir ni contar, entrar al que hacer, tierra de nadie, esclavos de todo, sentir alivio al agua fría, y hacerle el amor al paraíso en forma de almohadón.