jueves, 9 de octubre de 2014

Freyja

Hace años atrás un día cualquiera, nublado y soleado, el ambiente manipulado por las tenues influencias del amor , me hizo encontrar a esa mujer la cual cambiaría mi vida ella esa ácida y dulce mezcla entre perfección y el pecado.
pase por la plaza, la aglomeración y congestión de personas, ponían el entorno gris y opaco, la mayoría de mujeres se vestían con colores llamativos,  los cuales pasaban desapercibidos con un vestido humilde y gris de aquella mujer que reposaba en aquellas banca estaba llorando, sostenía un cigarro y un pañuelo en la mano, el maquillaje oscuro embarraba sus mejillas su cabello desaliñado estaba sostenido con un moño alto, estuve durante horas observándola , ella lloraba y se tomo la cabeza para soltare el cabello, al parecer tenia una fuerte jaqueca.
pase por su lado unas 50 veces para ver si lo notaba ella al final me llamo -!hey tu! ¿puedes ser mas sutil? y sonrió mirando al suelo, de  inmediato me acerque donde ella reposaba y le dije -disculpe ¡esta esta bien? y ella mirándome a los ojos por cierto bastante hermosos rijosos por la irritación del llanto, y manchados por su maquillaje pero profundos sagaces muy brillantes, y nostálgicos podría haberla besado de un impacto pero que pensaría luego de mi? así  que mejor escuche lo que tenia por decirme, tenia que parecer desinteresado por su cuerpo y aturdido  por lo que la afligía, volviendo al tema ella me miro y me dijo - ¿que sagas? ¿como te atreves a preguntarme si estoy bien? ¡es claro que lo estoy! es algo que usted no le incumbe , respondí carcajeando -perdón, pero no soy el que llora , desconsolado en una plaza ella se se torno pensativa mientras se limpiaba las lagrimas, respiro profundo y empezó a contar esto -haber , por donde empiezo, toda mi vida me han tratado como una mercancía sin valor agacho su mirada y continuo -creo que jamas seré feliz pero , mmm dios que digo tu no tienes tiempo de escuchar lamentos ajenos... disculpa por distraerte -¡NO! al contrario, podría oírte durante horas aunque no soy un fanático de las historias lamentables, pero por ti lo haria  -tienes razón, respondió sonrojada...

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